En torno a la residencia del Dalai Lama se respira una calma especial, pero hay momentos del día en los que la intensidad del pensamiento y la acción sobrepasa lo esperado. Los monjes budistas salen a practicar sus ejercicios de dialéctica filosófica, trabajando con las ideas y el movimiento simultáneamente.
Sentado a la izquierda, un monje en posición estática mantiene una hipótesis de partida. El contrincante la rebate al tiempo que lanza, con un movimiento fugaz de brazos y piernas, una fuerte palmada. Un argumento dinámico frente al monje estático que mantiene su postura filosófica. Éste vuelve a lanzar un silogismo al que añade algún matiz, que de nuevo será rebatido por el monje dinámico.
En medio de esta estructura bidireccional de movimiento y pensamiento simultáneo, no paran de fluir las sonrisas y las carcajadas de los monjes, totalmente entregados a su ejercicio.
Sentado a la izquierda, un monje en posición estática mantiene una hipótesis de partida. El contrincante la rebate al tiempo que lanza, con un movimiento fugaz de brazos y piernas, una fuerte palmada. Un argumento dinámico frente al monje estático que mantiene su postura filosófica. Éste vuelve a lanzar un silogismo al que añade algún matiz, que de nuevo será rebatido por el monje dinámico.
En medio de esta estructura bidireccional de movimiento y pensamiento simultáneo, no paran de fluir las sonrisas y las carcajadas de los monjes, totalmente entregados a su ejercicio.
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